Introducción
Uno de los complementos de un olvidable evento de Los Vengadores, en los años 90, llamado Citizen Kang, Ciudadano Kang, se titulaba The Avengers’ Top Ten Villains, lo que se tradujo como Los diez peores villanos de Los Vengadores. Da la casualidad que uno de los villanos de los que escribí, con motivo de su aparición en Capitán América: Civil War (2016), el Barón Zemo, aparecía en esa lista. Ahora la historia se repite y toca hablar del villano de Avengers: Infinity War (2018), Thanos, que también aparece en la lista de peores villanos de Los Vengadores.
Aunque, al contrario que Zemo, la crítica apunta a que el tratamiento del Titán Loco, interpretado por Josh Brolin, supera a la mayor parte de los villanos presentados en el Universo Cinematográfico de Marvel. En este post voy a bucear en el origen editorial y peculiaridades de este personaje del Universo Marvel.
¡Ni Metrón, ni Darkseid!
La primera aparición de Thanos fue en Iron Man #55 (73), obra de Jim Starlin, guión y dibujo, con la ayuda de otro guionista, Mike Friedrich. En dicho tebeo Starlin y Friedrich introducirían no sólo a Thanos, sino a su padre, Mentor, a su hermano, Eros, así como al entorno de los tres, Titán, el mayor satélite de Saturno.
Parece ser que el que sería el personaje fetiche de Starlin surgió a raíz de sus clases de psicología en la Universidad. De ahí que el nombre del personaje, Thanos, no solo este relacionado con Thánatos o Tánatos, el dios griego de la muerte no violenta, sino también con el sentido que Sigmund Freud le daba al nombre, para referirse al instinto de muerte, de destrucción, presente en los seres vivos.
En lo que se refiere al aspecto de Thanos, al principio Starlin lo ilustró muy parecido a Metrón, uno de los llamados Nuevos Dioses, creado por Jack Kirby en DC Comics. El entonces editor jefe de Marvel, Roy Thomas, también gran admirador de los Nuevos Dioses de Kirby, le sugirió a Starlin que hiciera a Thanos más voluminoso para que se pareciera a Darkseid, uno de los Nuevos Dioses favoritos de Thomas.
Así lo hizo Starlin, pero tomaría de Metrón su medio de transporte, su Silla Mobius, con la que viajaba por el espacio y el tiempo. De ahí que se haya bromeado con Thanos diciendo que es Darkseid montado en la silla de Metrón.
Pero Thanos no es ni Metrón ni Darkseid. Este último busca la sumisión del universo a su voluntad, mientras que, en sus comienzos, Thanos va un poco más allá. No pretendía ser un tirano sino más bien un nihilista radical. Alguien que aborrecía la vida y buscaba destruirla, en cualquiera de sus formas, como ofrenda a La Muerte, su antigua amante. Si bien compartiría con Metrón el ansia de conocimiento, pero no el saber por el saber, sino como herramienta fundamental para conseguir sus fines. Os comento algunas particularidades de este personaje.
De Dios Griego a Eterno
Como todos los grandes del noveno arte, Thanos es un personaje complejo. Tanto en sus orígenes como en su personalidad. Comienzo con sus orígenes. En un principio Starlin lo relacionó con los dioses griegos, al afirmar que el padre de Thanos, A’Lars, era hermano de Zeus, el dios griego del trueno, líder del panteón olímpico. Posteriormente, Roger Stern modificaría la historia para decir que el hermano de A’Lars no era Zeus sino el eterno Zuras, ha menudo confundido con Zeus. La razón se debía a que, cuando Kirby creó a los Eternos en Marvel, lo hizo inspirándose en la mitología griega. Los Eternos fueron creados por los Celestiales, raza de seres espaciales, dotados de un gran poder cósmico, que alteraron los genes de primitivos humanos en La Tierra de hace un millón de años, creando dos nuevas razas. Una de ellas eran los Eternos, seres dotados de grandes poderes y una gran longevidad, lo que favoreció que las sociedades primitivas los equiparan con dioses, deformando sus nombres. Esa era la forma en que Kirby quería explicar, desde la ficción, la existencia de los dioses, en un relato fuera de la continuidad de Marvel. Pero, con el tiempo, diversos guionistas y/o editores trataron de integrar a los Eternos en el Universo Marvel y se explicó que la similitud entre estos y las deidades griegas se debía a que el Monte Olimpo, en Grecia, se encontraba cerca de la ciudad de los Eternos, Olimpia, lo que hacía que los seres humanos los confundieran a unos con otros.
El caso es que A’Lars, para evitar cualquier conflicto con su raza, decidió autoexiliarse de La Tierra. La razón está en que, tras unirse todos los Eternos en la entidad colectiva que personifica la unión de este pueblo, la Uni Mente, esta decretó que el hermano de A’Lars, Zuras, se convertiría en líder de su pueblo.
Los viajes de A’Lars por el cosmos le conducirían a Titán, una de las lunas de Saturno, donde conoció a Sui San, la última superviviente de una colonia de antiguos Eternos en esta luna. Juntos la repoblarían, creando lo que se conoce como los Eternos de Titán, liderados por A’Lars con el nombre de Mentor. El caso es que Sui San no poseía la vitalidad e invulnerabilidad propia de los Eternos terrestres por lo que los hijos de ambos, Eros y Thanos, eran menos poderosos que sus parientes terrestres. Así se relacionaron dos razas, dos creaciones de Kirby y Starlin que, en sus orígenes, no tenían nada que ver. Y, así, Thanos pasó de dios griego a eterno.
El adorador de la Muerte
Thanos se convirtió en la prueba viviente de que, incluso en seres de gran perfección física y mental, como los Eternos, pueden darse mutaciones. Thanos nació con una mutación que lo hacía repulsivo a ojos del resto de los habitantes de Titán. Como ya comente en El cómic de la semana: El Guantelete del Infinito (Colección Jim Starlin 3), la marginación que debió sentir Thanos en un contexto tan idílico fue la causa de su adoración a la Muerte, como antítesis de toda esa realidad, vital, casi divina, que parecía que se le negaba por su condición. Al menos esa es la explicación que dio Starlin. Guionistas posteriores han afirmado que la entidad maligna conocida como el Dragón de la Luna, aprisionada entonces en Titán, también tuvo que ver con la corrupción de Thanos.
El caso es que la mutación de Thanos aumento sus habilidades psíquicas y físicas, además de dotarlo de una gran inteligencia. Todo lo cual lo situaba muy por encima del resto de los Eternos de Titán. Probablemente al nivel de Mentor, el Titán más poderoso. El que fuera apodado el Titán Loco, abandonó su mundo y se consagró a venerar a su amada Muerte, por medio de la conquista y el sacrifico de sus víctimas, a través del universo. Para ello amplió sus horizontes por medio de la adquisición de conocimientos, tanto místicos como tecnológicos, que le permitieron incrementar sus ya prodigiosas habilidades naturales.
Con el tiempo Thanos se dio cuenta de que, hiciera lo que hiciera, no conseguiría el amor de la Muerte. La Muerte se sirvió de él pero, como fuerza de la naturaleza que es, opera a un nivel en el que los sentimientos no tienen cabida. ¿Crítica encubierta de Starlin a los fanáticos, que abrazan hasta el extremo unos ideales, que los deshumanizan, en tanto que los alejan de la realidad?
¿Existe posibilidad de redención para un personaje así?
En El cómic de la semana: El Guantelete del Infinito (Colección Jim Starlin 3) comenté que mi impresión sobre el Thanos primerizo. Lo veía como una materialización de todas esos abusones, de todas esas personas tóxicas que Starlin había conocido y tenido que aguantar en un colegio religioso. Las sucesivas derrotas de Thanos podrían verse como una forma en que el autor se liberaba de todo eso, siendo El Guantelete del Infinito la saga que constituye el punto de inflexión, el momento en que Thanos se desengaña con la Muerte. ¿El guantazo definitivo de Starlin a los fanáticos?
Starlin expulsa sus demonios interiores a través de Thanos y lo deja listo para otro enfoque. Pero ¿existe la posibilidad de redención para un personaje así? Su pasado genocida, su ambigüedad moral y su pragmatismo están ahí, respaldados por su poder cósmico y su inteligencia, lo que hacen de él un ser del que es prudente desconfiar.
En general, otros guionistas han tendido a coger algunas de las facetas de Thanos, villano genocida, amante de la Muerte o manipulador en busca de poder, y las han recuperado de nuevo para contar lo mismo, tratando de aprovechar el carisma del personaje pero sin aportar nada nuevo. Y cuando Starlin lo ha retomado parece estar tomándose su tiempo para perfilar al nuevo Thanos. O lo mismo no le interesa acabar de redefinirlo para mantener enganchados a los lectores. Hay quien sostiene que, simplemente, ya no sabe que hacer con él. Yo prefiero darle el beneficio de la duda. En cuanto me vuelva a leer sus novelas gráficas sobre el Titán Loco y las que quedan por llegar probablemente actualice este post o elabore uno nuevo con mis conclusiones al respecto.
Cierre y Recomendaciones
Cierro este post con mis habituales recomendaciones para quienes quieran leer sobre Thanos. Es de compra obligada el recopilatorio La Saga de Thanos, con las primeras aventuras de Starlin, con su personaje fetiche. De lo mejor de la Marvel de los setenta. Asimismo, si queréis leer la vuelta de Thanos, a principios de los 90, los tres primeros tomos de la Colección Jim Starlin, son muy recomendables. Todo ese material ha sido editado en España por Panini y se puede adquirir a través de la tienda online de nuestros compañeros de Nueva Valquirias.
También hay material interesante de Thanos posterior al Guantelete del Infinito. Una vez lo vuelva a leer lo indicaré, en este o en un nuevo post.
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